Problemática de las existencias en el sector alimentario

Tabla de contenidos

Las existencias de la empresa en el sector alimentario son un indicador clave para comprobar los márgenes sobre ventas, el resultado de la empresa, así como para el análisis de la liquidez.

Antecedentes

En el sector alimentario, la contabilidad de las existencias es un área muy relevante para comprender magnitudes claves como los márgenes sobre ventas, el resultado de la empresa, así como para el análisis de la liquidez para examinar en qué medida esos activos puedan hacerse líquidos en menos tiempo y ser más eficientes en la contención de gastos operativos derivados de la gestión del stock.

Cuestiones de fondo

En primer lugar aclarar el concepto de existencias. Se van a considerar existencias aquellos activos para ser vendidos en el curso normal de explotación, o bien aquellos que vayan a ser consumidos en el proceso de producción.

Es fundamental tener clara la diferencia entre existencias e inmovilizado, debido a la repercusión fiscal a efectos del Impuesto sobre Sociedades del gasto por deterioro, así como en el Impuesto sobre el Valor Añadido, en la regularización de los bienes de inversión.

El inmovilizado, lo calificaremos como tal, en función el uso (no de plazos o de su naturaleza). Se considerará inmovilizado cuando estén destinados a servir de forma duradera a la empresa.

En el sector alimentario nos encontraremos con diferentes tipos de existencias:

  • Existencias comerciales: Productos alimenticios que son adquiridos y se destinan a la venta sin ser transformados.
  • Materias primas y aprovisionamientos: Las que se vayan a destinar a formar parte de productos, mediante transformación. Serían tales como materias primas, propiamente dicho, productos fabricados que se incorporen a la producción, embalajes, envases, material de oficina, repuestos (con ciclo inferior a un año), …
  • Productos en curso y semiterminados: bienes en fase de transformación o pendientes de una transformación posterior.
  • Productos terminados.
  • Subproductos, residuos.

Una vez hemos diferenciado aquellos activos que van a formar parte de las existencias, hay que proceder a la valoración de las mismas.

Por un lado las existencias comerciales, materias primas y demás aprovisionamientos se van a valorar por el precio de adquisición y, en el caso de productos en curso, terminados o subproductos, se valorarán por el coste de producción.

  • PRECIO DE ADQUISICIÓN: Importe facturado por el vendedor después de descuentos más los gastos de transportes, seguros y otros directamente imputables a la adquisición.
  • COSTE DE PRODUCCIÓN: Precio de adquisición más los costes indirectos en los que se haya incurrido hasta que los productos sean destinados a la venta.

En el sector de la alimentación, es común que se produzcan acuerdos con los proveedores, fijando precios para compra de existencias. Se tratarán como anticipos der proveedores.

A continuación comentaremos los métodos de valoración más comunes:

  • Método del Coste Medio Ponderado: relaciona del total de costes de la producción y las cantidades producidas o adquiridas.

COSTE MEDIO UNITARIO = COSTE EXISTENCIAS INICIALES + COSTE EXISTENCIAS COMPRADAS O FABRICADAS / Nº UNIDADES INICIALES + Nº UNIDADES COMPRADAS O PRODUCIDAS

  • Método FIFO: Se va asignando el coste de las existencias vendidas según el orden de adquisición, de mayor a menor antigüedad.

A cierre del ejercicio, una vez tenemos valoradas las existencias finales, anularemos el valor de las existencias iniciales y reconoceremos el valor de las existencias finales.

Es posible que en ocasiones, las existencias sufran deterioros, sobre todo el el caso del sector alimentario, éste deterioro en muchas ocasiones es irreversible como es el caso de productos perecederos.

En estos casos debemos realizar correcciones valorativas que se deducirán  directamente de la partida de existencias finales. Fiscalmente, los gastos por deterioro irreversible de las existencias serán deducibles en la medida en que se justifiquen.

Normativa aplicable
Conclusión

Debemos recalcar como comentábamos al principio, que una buena valoración de las existencias será fundamental para el análisis de la gestión de las mismas en el proceso productivo.

La buena gestión de las mismas no solo tendrá incidencia en los costes de almacenamiento, sino que conlleva mejorar la eficiencia del coste de personal derivado de la gestión del almacén.

Marta Alonso Prieto

Consultora fiscal-contable

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