Métodos de valoración de existencias

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Como hablamos en la anterior publicación,  llevar una buena gestión de inventarios es fundamental a la hora de establecer un plan estratégico, presupuestario y controlar los costes asociados a todo el proceso productivo, pudiendo analizar de este modo, los presupuestos y desviaciones de los objetivos marcados.

Una vez que tenemos claro y hemos determinado nuestros niveles máximos y mínimos de stock, para minimizar el coste de inventarios y tener siempre satisfecho y cubiertas las necesidades del cliente, hay que elegir un método de valoración de los mismos. Estos métodos determinarán tanto las existencias que salen del almacén, como las que se quedan, es decir, el coste de las mercaderías vendidas, como las existentes en nuestros inventarios.

Existen dos métodos de valoración de existencias permitidos por las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF) y reguladas, por tanto, por nuestro Plan General de Contabilidad, que desarrollaremos a continuación:

  • FIFO
  • Coste Medio Ponderado
Método FIFO

Las existencias que primeramente han entrado en el almacén, serán las primeras en salir. En épocas inflacionistas, las mercaderías que entran en último lugar estarán valoradas a un mayor importe porque su precio de compra (o producción) es más elevado. En consecuencia,  el coste de las mercaderías vendidas será menor, las existencias finales estarán valoradas más altas y esto ocasiona que la empresa obtenga un mayor beneficio.

Años atrás estaba permitido el método LIFO, que al contrario del método FIFO, consiste en que las existencias que han entrado en última posición son las primeras en salir. Con este procedimiento, el coste de las mercaderías vendidas es mayor y las existencias inventariadas están calculadas a precios más bajos, dando lugar a un menor beneficio (es por ello que el PGC y las NIIF, no permiten este método).

Método del coste medio ponderado

Este sistema de cálculo consiste en hacer una media de las existencias iniciales y las entradas y compras continuas en el almacén ponderándose por sus cantidades:

Al contrario del método FIFO, el coste de las mercaderías vendidas y el valor de las existentes en el almacén, es una media de precios, por lo que trata de armonizar y estabilizar las posibles fluctuaciones de los mismos. Como desventaja es la complejidad y el tiempo empleado en su determinación.

Para verlo más claro vamos a determinar el valor de las existencias finales y el coste de las mercaderías vendidas, en una empresa comercial o de distribución para que sea más sencillo (sin que haya materias primas, productos en curso, etc), partiendo del mismo ejemplo:

La empresa “Z, S.A.” comercializa el producto X. A lo largo del ejercicio 2014 ha realizado las siguientes operaciones:

  • Existencias iniciales 50 unidades a 30 €/unidad.
  • 15/02/2014 compra 150 unidades a 60 €/unidad.
  • 05/03/2014 compra 100 unidades a 80 €/unidad.
  • 25/03/2014 vende 275 unidades a 75 €/unidad.
  • 06/07/2014 compra 125 unidades a 60 €/unidad.
  • 11/07/2014 vende 115 unidades a 95 €/unidad.
Coste medio ponderado

Las existencias finales en almacén = 35*60,28 =  2.109, 80 euros

El coste de las mercaderías vendidas ha sido el siguiente:

  • Venta del 25/03/2014 = 275*61,67 = 16.959 euros
  • Venta del 11/07/2014 = 115*60,28 = 6.932 euros.
Método FIFO

Las existencias finales en almacén = 35*60,00 = 2.100 euros El coste de las mercaderías vendidas ha sido el siguiente:

  • Venta del 25/03/2014 = 50*50,00 + 150*60,00 + 75*80,00 = 17.500 euros.
  • Venta del 11/07/2014 = 90*60,00 + 25*80,00 = 7.400 euros

Rafael Cuenca Ortega

Director Área Consultoría

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