Los servicios “Peer to Peer” también llamados red de pares, red entre iguales, red entre pares o P2P, son un medio de intercambio de ficheros en el que se establece una comunicación en los dos sentidos, de tal forma que a la vez que se descargan, se pone a disposición del resto de la red la parte descargada, sin tener que esperar a completar el fichero. Estas redes aprovechan, administran y optimizan el uso de la banda ancha de los demás usuarios de la red por medio de la conectividad entre los mismos y así obtienen más rendimiento en las conexiones y transferencias que con algunos métodos centralizados convencionales.

¿En qué se basan?

Se basan en un pequeño programa que se instala en el ordenador que quiera participar en dicha red, estableciendo unos directorios en los que almacena los ficheros descargados, que son puestos a su vez a disposición del resto de los componentes de la red. Por ello, la Agencia Española de Protección de Datos establece una serie de recomendaciones para todos aquellos que utilicen estos servicios:

• Para acceder a las redes P2P es imprescindible instalar un programa, por lo que debe descargarse siempre de sitios reconocidos, a ser posible desde la página del creador del programa.


• Leer las condiciones de uso del programa antes de aceptar el contrato, pues podrías estar permitiendo el uso de tu ordenador o el acceso a tus datos al proveedor del programa.


• Hacer copia previa del estado del sistema y, comprobar que tan solo se ha instalado el programa que queremos. Muchos de los clientes más conocidos instalan a la vez software malicioso que puede hacer nuestro sistema inestable o incluso rastrear nuestras conexiones o las teclas que se pulsan.


• Conviene instalar un cortafuegos que limite el acceso a los puertos del equipo.


• Al instalar un programa P2P se está compartiendo una parte del disco duro, por lo que toda la información es accesible a terceros. Elige con cuidado el directorio que se va a compartir y procura que esté en una partición distinta de la del Sistema Operativo. Es preferible que se instale en un disco distinto aunque lo conveniente sería utilizar un sistema informático en exclusiva para este propósito.


• Valorar el riesgo de si es adecuado compartir información contenida en los ficheros de la empresa.


• Mejor definir un nombre de usuario procurando utilizar un seudónimo y no un nombre que nos identifique.


• No todos los ficheros son lo que dicen ser. El nombre del fichero no implica que contenga aquello que dice contener. Preferible no descargar ficheros ejecutables o que puedan contener software malicioso, por ejemplo, las macros de los documentos de texto.


• Valorar los riesgos de instalar un servidor, ya que deberá publicar su dirección de IP, por lo que mucha gente podrá conocer dónde está su equipo y qué software tiene.


• Vigilar los ficheros que se descargan los hijos.